desmoralejar
Con tanto tiempo libre, a veces me libero y pienso. Con tanto tiempo para poder liberarme y pensar, pienso en la multitud de multitudes que uno conoce desde sus genuinos aleteos. Como cada multitud ofrece su que pensar particular, le dedico un tiempo peculiar. Acudo a las fotografías y me veo cara al foco, os veo de espaldas al tifón. Es fácil observar que hay días en los que mis sonrisas cambian de color. Camaleón, me llamo un lirón.
Frente a una pelicula solarizada, un alguien singular lamentó que las fotografías valen para la lluvia, pero no para el sol. Al oirlo sonreí, pero no lo entendí. Me pasó como con todo lo inconexo, que es remedio dejarlo dormir, para tomar su propio peso. Así más tarde comprendí que ese alguien singular lamentaba sin razón y que lo nublado vive del sol. Al remirar esa foto de ahí arriba, hoy sonreí con esplendor, sin prestar atención a mi sonrisa multicolor. Una foto retoma el sol, el foco y el tifón. Revolución del aire revuelto, tornas torneadas, tornados y terraplén. Las palabras clave de una fraternidad, de una etapa más.
Si todo suena un poco inconexo, es remedio dejarlo dormir y que tome su peso propio.
*la foto es de Arturo Cardoza, en una noche de tinieblas, demonios y capotes.
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